El atractivo visual del juego es innegable, transportando a los jugadores a un campo de batalla medieval a través de su bien elaborado arte y animaciones. Los símbolos del juego, realzados por fondos de cota de malla, contribuyen a una experiencia inmersiva que es visualmente estimulante. La banda sonora, complementando el tema histórico, está perfectamente afinada—enganchando sin abrumar al jugador con bucles repetitivos. Esta armoniosa mezcla de sonido e imagen establece un tono evocador adecuado para la historia de Juana de Arco.
Hablando del tema, GameArt recurre a la leyenda de Juana de Arco, inmortalizada en las conmovedoras letras de Leonard Cohen. La heroína intrépida, conocida por su destreza militar durante la Guerra de los Cien Años, ahora desempeña un papel diferente dentro de la narrativa del juego—representando oportunidades para ganancias sustanciales. Aterrizar el símbolo de Juana de Arco promete las mayores recompensas, dando a los jugadores algo significativo por lo que esforzarse en medio del telón de fondo medieval.
En conclusión, a pesar de los llamativos visuales y la atracción temática, la máquina tragamonedas Joan of Arc tropieza debido a dos principales desventajas. La ausencia de estadísticas esenciales como el RTP y la volatilidad media del juego crea una sensación de incertidumbre y desconfianza. Además, las características básicas y el juego poco inspirado no logran mantener el interés a largo plazo, eclipsando la brillante ejecución gráfica. Estos factores llevan a recomendar no invertir en este juego en particular, ya que los contras superan sus posibles pros.